La tercera entrega de «Los cantos de Hyperion». Creo que no tiene el encanto de las dos primeras obras, tal vez porque no tiene esa riqueza absurda de cosmopoiesis del primer libro ni la ansiedad del límite de tiempo del segundo. Aquí también hay de eso, pero el peligro nunca a llega a sentirse real del todo. Seguiré leyendo más libros de la saga, a ver como avanza.